Una de las técnicas de marketing más recurrentes del sector inmobiliario se denomina Home Staging. Esta práctica nació en Estados Unidos, Canadá y Australia en los años 70 y se difundió en el mercado inmobiliario británico a principios de los 90. Después se extendió a otros países europeos y en el año 2000 aparecieron las primeras empresas especializadas en el mercado inmobiliario de España.
El término inglés significa: “puesta en escena de la casa” y está enfocado a optimizar la vivienda para que sea más atractiva a los compradores o posibles inquilinos y así acelerar el proceso de venta al mejor precio. El Home Staging comprende la decoración, la iluminación, la distribución del espacio y la reparación de desperfectos.
Por lo tanto, los objetivos principales para acondicionar una vivienda a través del Home Stanging son:
- Organización y armonía del espacio.
- Despersonalización y neutralidad.
- Reparación de desperfectos (defectos materiales, problemas olfativos, etc.).
- Decoración.
- Optimización de la iluminación.
Se deben resaltar los puntos fuertes de la vivienda y convertirla en un sitio neutro y acogedor. El embellecimiento no es un objetivo primario a diferencia de cómo ocurre en el interiorismo.
Las ventajas de esta técnica se refleja en sus resultados: se consiguen fotografías más atractivas, por lo que se incrementa las visitas de compradores potenciales, quienes reciben a su vez una buena primera impresión. Por lo general, reduce el tiempo de comercialización y acelera la operación de venta.
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