Tanto a nivel de ahorro para la familia como para cuidar el medio ambiente el ahorro energético es un concepto fundamental. Por estos motivos, todos debemos ser conscientes de realizar un consumo responsable.
A continuación, exponemos algunas ideas para ahorrar energía en nuestros hogares.
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Electricidad
Tener ajustada la potencia contratada al mínimo necesario es muy importante, ya que de esta forma solo gastaremos lo que necesitamos y además se puede reducir en el consumo de los aparatos eléctricos:
-Desconectando el stand-by de todos los aparatos. Es lo que se llama el consumo silencioso. Son aparatos que no están encendidos pero tampoco apagados.
-Desenchufando los dispositivos siempre que sea posible (ordenador, televisión, portátiles…)
-Desenchufando los cargadores cuando no estén en uso.
También podemos apostar por tarifas con discriminación horaria.
Iluminación
El primer paso para ahorrar en la iluminación es aprovechar al máximo la luz naturalcuando estemos en casa. Y en cuanto a la luz eléctrica, aconsejamos utilizar bombillas LED o de bajo consumo. Hay que recordar apagar las luces en las habitaciones vacías (la luz representa el 20% del gasto de energía en la mayoría de los hogares).
Un truco es analizar las necesidades lumínicas de las habitaciones y adaptarlas en función de las mismas. Por ejemplo, aplicando colores claros en techos, paredes, cortinas y persianas para garantizar más luminosidad.
Electrodomésticos
Utilizando electrodomésticos de máxima eficiencia y haciendo un uso comedido de los electrodomésticos en general, conseguiremos un importante ahorro. Para ello, se puede, por ejemplo:
-Colocar el frigorífico en un lugar fresco y ventilado, evitar abrir y cerrar constantemente las puertas y no introducir comida caliente en el mismo.
-Poner la lavadora a carga completa.
-Poner programas cortos en el lavavajillas.
-Evitar el secador de pelo.
-Apagar el horno antes de finalizar la preparación del plato, aprovechando el calor acumulado.
Aire acondicionado y calefacción
Regular el consumo y la temperatura de los aparatos de refrigeración también marca una notable diferencia en el ahorro. Una temperatura razonable para mantener en la vivienda oscila entre 19 y 21 grados y un poco más baja en los dormitorios.
Los expertos recomiendan regular la calefacción en una temperatura constante de 20 grados en invierno y el aire acondicionado entre 24 y 26 grados en verano, así como limpiar los filtros con frecuencia.
Cuando no estemos en casa no es conveniente dejar encendidos ni la calefacción ni el aire acondicionado y deben apagarse unos veinte minutos antes de abandonar la vivienda.
Temperatura y Aislamiento
Tanto el frío como el calor se transmiten a través de las ventanas y suelos. Las cortinas y alfombras, además de objetos decorativos, pueden ayudar a ahorrar energía, por ejemplo, guardando el calor durante el invierno. Además, las cortinas en verano ayudan a mantener fresca la casa.
Por otra parte, controlando las posibles fugas de aire se conseguirá un consumo de energía eficiente.Si no es posible hacer una reforma en la vivienda para obtener un buen sistema de aislamiento entonces hay que asegurarse de sellar bien las puertas y ventanas.
Colocando en las ventanas un doble cristal se conseguirá una medida de ahorro muy eficiente.
Agua
El agua caliente consume gran parte de energía en nuestras viviendas y en ocasiones se puede prescindir de ella, por ejemplo, lavando la ropa y los platos con agua fría o tibia.
Pero evidentemente, necesitamos del agua caliente en ciertos momentos y para conseguir que sea más económica tenemos algunas soluciones, como instalar un calentador solar de agua.
En cuando a las duchas, lo recomendable para el ahorro es que sean cortas.
Asimismo, existen mangos de ducha de bajo consumo.
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